Los clanes escoceses

Se puede decir que los clanes escoceses  nacieron sobre el siglo XI cuando diversos terratenientes propusieron protección a  las familias locales a cambio de un vasallaje.
Aunque la palabra clan tiene su origen del gaélico clann (descendencia), no quiere decir que todo aquel que llevara el nombre del clan era un descendiente lineal del jefe (Laird). Se tomaba como suyo su apellido para mostrar su solidaridad o para conseguir protección.

Roberto I de Escocia introdujo el sistema feudal de propiedad de la tierra controlando los desmanes de los clanes mediante la entrega de títulos que garantizaban la propiedad de terrenos y así conseguir apoyo para su causa nacional contra los ingleses. Fue el comienzo de la nobleza en Escocia.

Con las guerras civiles de los siglos posteriores, los clanes se dividieron: la mayoría a favor de la causa jacobita (pretendían la restauración en el trono del rey católico Jacobo II, destronado en 1688) , algunos permanecieron neutrales y otros apoyaron al rey de Inglaterra por miedo a perder sus tierras y su estatus.

Tras la batalla de Culloden, el príncipe Guillermo de Cumberland (hijo de Jorge II de Inglaterra) puso en práctica medidas que provocaron la desaparición del sistema de clanes.
El gobierno inglés prohibió el atuendo tradicional de las Tierras Altas, kilt, así como el tartán, tejido que se usaba para reafirmar la identidad del clan y la pertenencia a este.
Muchos habitantes de Escocia emigraron a América y otros fueron capturados para ser usados como mano de obra barata en plantaciones coloniales.

Hoy en día el Tribunal del Lord Lyon (rey de armas) se encarga de la regulación de la heráldica escocesa y sus escudos de armas.
En 2009 tuvo lugar una convención de clanes en el Parlamento de Escocia llamada The Gathering.

Los símbolos de los clanes son:
- el emblema de cimera (crest badge): que consta de una cimera heráldica del jefe del clan rodeada por una correa con hebilla que contiene el lema del clan
- el tartán: tejido con el que está hecho el kilt.
Hasta 1782 la prohibición de usar esta prenda no fue abolida por lo que ya no quedan restos de los antiguos tejidos. Se destruyeron los telares y los viejos tejedores se murieron. Toda una generación de escoceses crecieron sin ver ni saber lo que era un tartán.
A finales del siglo XVIII un grupo de precursores empezaron a promocionarlo como símbolo nacional de Escocia. En 1815 la Highland Society de Londres comenzó a nombrar y designar tartanes particulares para clanes determinados.

Registro real de clanes con sus símbolos, regulados por el Tribunal del Lord Lyon (fuente: Wikipedia)


William Wallace

Sir William Wallace fue un noble escocés, de ascendencia galesa, que dirigió a su país contra la ocupación inglesa del rey Eduardo I de Inglaterra (finales del siglo XIII, principios del XIV)

Como tercer hijo, estaba destinado la vida religiosa. Tuvo una sólida formación intelectual en la abadía de Campuskenneth pero a la muerte de su padre en 1291 cambió la vida contemplativa por la de fugitivo al ponerse al frente del ejército de Robert Bruce (aspirante al trono de Escocia) en su lucha contra el rey de Inglaterra, Eduardo I.
En 1297 se casó en Lanark con una joven escocesa, Marion Braidfute, pero una patrulla inglesa que buscaba a William la mató. En venganza, William con algunos de sus hombres, dio muerte al alguacil de Lanark, responsable del asesinato de su esposa.
El nombre de Wallace fue ganando prestigio después de acciones como las de Lanark, y comenzó a suponer un problema para los ingleses.

La más famosa de las batallas que libró Wallace fue en el estratégico puente de Stirling (1297), construido por los romanos durante la dominación de Britania y punto clave para salvar el curso del río Forth y poner en contacto el sur con el norte de Escocia.
Para defender aquel paso los líderes de las fuerzas rebeldes, Andrew de Moray y William Wallace, unieron fuerzas contra John de Warenne, jefe del ejercito inglés (superior en número al escocés).
El ejército inglés fue cruzando lentamente el puente mientras Wallace permanecía en su posición, sin dar la orden de ataque. Al grito de guerra "¡Alba go brath!" (Escocia para siempre) una lluvia de flechas calló sobre los ingleses que no habían tenido tiempo de llevar todo el ejército al otro lado del río. Las tropas inglesas trataron de retroceder de nuevo hacia el puente pero este cedió bajo su peso y se hundió, muriendo cientos de soldados ingleses arrastrados por la corriente del río y ahogados por el peso de sus armaduras.
La victoria fue de Escocia, aunque a Andrew de Moray le costara la vida.



En la cima del Monte Abbey Craig, próximo a Stirling, está situado el monumento a William Wallace que data del siglo XIX. Fue construido gracias a las aportaciones de los escoceses y conmemora la victoria del ejército escocés frente al inglés que tuvo lugar sobre el puente de Stirling en 1297.

Según la leyenda Wallace contempló al ejército inglés desde la cima del monte justo antes de salir a su encuentro.


Fue nombrado Caballero y Guardián de Escocia por Robert Bruce y fue odiado por los ingleses pero también por algunos compatriotas suyos que, envidiosos de su fama, pensaban que era un advenedizo sin la sangre noble precisa para ocupar el puesto de Guardián.
Le traicionaron avisando a Eduardo I en la batalla de Falkirk y tras la masacre escocesa  Wallace dimitió de su cargo.
En 1305 por segunda vez la aristocracia escocesa le volvió a traicionar (temían perder sus tierras ante el avance del rey inglés).  John Menteith, noble escocés, lo entregó a los soldados ingleses de Roybroston en Glasgow.
Fue juzgado y condenado a muerte por traición al Rey.
Lo desnudaron y lo arrastraron por Londres, atado por los talones a un caballo.
Fue ahorcado a una altura que no fuese suficiente para romperle el cuello, descolgado antes de que se ahogase, emasculado, eviscerado y sus intestinos fueron quemados ante él, antes de ser decapitado.
Su cuerpo fue cortado en cuatro partes y su cabeza se conservó sumergida en alquitrán y fue colocada en una pica encima del Puente de Londres.
Así se las gastaban los "civilizados" ingleses frente a los "salvajes" escoceses.

La figura de este guerrero escocés fue llevada al cine por Mel Gibson en la película estadounidense Braveheart (1995).



El Reino de Escocia (III)

Y empezamos la parte de la historia de Escocia que más me gusta quizá por las novelas que he leído de esa época.
Nos habíamos quedado en el último monarca de la dinastía Dunkeld, Margarita I que murió a los 7 años y evidentemente sin descendencia.
Se disputaron la corona (junto con 14 pretendientes más) Roberto de Bruce y Juan de Balliol, los dos descendientes lejanos del rey David I.
Hubo enfrentamientos continuos entre las dos familias hasta que Juan de Balliol consiguió, con la ayuda de Eduardo I de Inglaterra, hacerse con el trono escocés en 1292 con el nombre de Juan I.
Tan solo le duró 4 años la corona sobre su cabeza pues en 1296 el rey de Inglaterra invadió Escocia y mandó encarcelarle. Murió en Francia exiliado.

Con Escocia en poder del rey de Inglaterra, son los obispos William Lamberton y Robert Wishart, junto a William Wallace, los que organizan la resistencia de Escocia del dominio inglés.

Después de múltiples batallas ganandas por escoceses y/o ingleses, casi en la clandestinidad, Robert de Bruce fue coronado como Robert I, cerca de Perth, en 1306.


Según la tradición un representante del clan MacDuff debía coronar al rey escocés y este honor recayó en Isabella MacDuff, condesa de Buchan.
Los ingleses le apodaron "el rey capucha" pues no tenía corona ni reino. De hecho en 1307 tuvo que huir, casi sin seguidores, a la isla de Rathlin (Irlanda).

Robert I pudo volver a la península cuando murió Eduardo I de Inglaterra dejando a su débil hijo Eduardo II en el trono.
Su accidentado reinado duró hasta 1329 cuando murió por enfermedad.
Su hijo, David II, tenía 4 años lo que aprovechó Eduardo III de Inglaterra para poner en el trono a Eduardo I, hijo de Juan I de Ballion (1332). Así Escocia volvió a ser ocupada por los ingleses reinando la anarquía.
Apoyado por la nobleza escocesa, David II fue restituido como soberano de Escocia en 1336.
En 1346 fue nuevamente derrotado por Eduardo III de Inglaterra y permaneció prisionero en Inglaterra hasta 1357. Mientras, la regencia pasó a manos de su sobrino Roberto Estuardo (hijo de una hermana de David II y de Lord Stewart).
Casado dos veces, David II no tuvo descendencia por lo que al morir (1371) se proclamó heredero Roberto Estuardo como Roberto II, dando comienzo al reinado de la dinastía de los Estuardo (Stewart)


El Reino de Escocia (II)

En la anterior entrada de historia me quedé en el último rey de la dinastía Alpin (descendientes de Cináed mac Alpin, Kenneth I de Escocia), Malcolm II.

Duncan I (nieto de Malcolm II) encabeza la dinastía Dunkeld que reinó hasta Marcarita I aunque hubo un breve paréntesis con Macbeth y su hijo Lulach.

Macbeth (Mac Bethad mac Findlaích), perteneciente al señorío de Mormaer de Moray, se casó con Gruoch, nieta de Kenneth II reivindicando el trono de Escocia a la muerte de Malcolm II pero este último modificó las reglas de sucesión al trono en beneficio de su propio nieto Duncan I.
Macbeth asesinó a Duncan en el curso de la batalla de Pitgaveney, cerca de Elgin (1040) y así accedió al trono de Escocia hasta su muerte en combate en 1057.
Su hijastro Lulach (hijo del primer matrimonio de su esposa) le sucedió, reinando tan solo unos meses


Sakespeare se inspiró en este rey para escribir en 1606 su obra Macbeth, una tragedia escrita en prosa sobre la traición y la ambición desmedida.


Malcolm III, hijo de Duncan I, recuperó el trono y reinó de 1058 a 1093


Margarita I de Escocia, hija de Alejandro III de Escocia, reinó entre los años 1286 y 1290.
El Rey Eduardo I de Inglaterra planeó casarla con su hijo y heredero Eduardo con la finalidad de unificar en un solo reino todo el territorio de la isla de Gran Bretaña. La empresa fue fallida pues Margarita falleció prematuramente (7 años) debido a su delicada salud.

La dinastía de Dunkeld llegó a su fin disputándose un gran número de demandantes el derecho a la corona de Escocia.

El Reino de Escocia (I)

En la anterior entrada de historia me había quedado en el siglo IX cuando Kenneth MacAlpin pasó a ser Rey unificando a los pictos, vikingos, escotos, anglos y antiguos británicos que habitaban en Escocia.

El Reino de Escocia (Rioghachd na h-Alba) existió entre los años 843 y 1707.
Fue creado a partir de la unión del Reino de Dalriada (escotos) con el Reino de Fortriu (pictos)
Inicialmente comprendía la zona norte de los ríos Forth y Clyde; el resto del territorio escocés estaba bajo el poder de los bretones, los cuales establecieron una serie de reinos que posteriormente fueron unidos a Escocia.

Cináed mac Ailpín (anglicanizado como Kenneth MacAlpin) fue rey de Galloway en 834, de Dál Riata en 841 y de los Pictos en 843. Posteriormente fue programado rey de Escocia con el nombre de Kenneth I de Escocia aunque no hay registros sobre su coronación.
Después de un reinado de 17 años, Kenneth moría en Forteviot, Perthshire y fue enterrado en la isla de Iona.

Le sucedió su hermano Donald I
Posteriormente fueron reyes de Escocia los dos hijos de Kenneth, Constantino y Aodh.



Pictos y vikingos

Empiezo este blog con algo de historia y para ello tengo que comenzar desde el principio.
Intentaré no hacerlo muy pesado.

Los primeros hombres llegaron a Escocia hace unos once mil años (final de la última glaciación, en el Paleolítico) aunque los primeros restos de asentamientos humanos se encontraron en las Islas Órcadas y datan de unos seis mil años.




En la época del Imperio Romano los pobladores de estas tierras eran llamados pictos (pintados) en referencia a su costumbre de llevar pintada, cuando luchaban, su cara y resto de cuerpo.

Los pictos conservaron su independencia y no fueron romanizados gracias a que las legiones romanas no pudieron llegar a sus tierras (dificultad orográfica, climatología adversa, falta de hombres por estar en otras empresas y efectiva guerra de guerrillas de los "pintados").
Con el emperador romano, Adriano (76-138) se puso punto final a la expansión del Imperio con la construcción de 117 km de muro.












La influencia celta comenzó cuando en el siglo VI llegaron de Irlanda los escotos, estableciéndose en el oeste de Escocia y llamando a esa parte Scotland.
Fue hacia el inicio del siglo VIII cuando los vikingos, procedentes de Noruega, comenzaron sus incursiones en Escocia.
                                              Festival Up Helly Aa en Lerwick (Shetland)

En el siglo IX Escocia estaba habitada por 5 pueblos:
- Los pictos: que habitaban en las largas áreas de los ríos del norte, Forth y Clyde
- Los escotos: que habitaban la zona de Argyll
- Los anglos (pueblo germánico): que habitaban Lothian
- Los antiguos británicos: que habitaban Strathclyde
- Los vikingos: que habitaron las islas del norte, Caithness, Sutherland y las islas del oeste.

Y me quedo aquí porque lo siguiente sería explicar que a mediados del siglo IX, Kenneth MacAlpin pasó a ser Rey, unificando a estas gentes.

Inglés, escocés y gaélico


Las lenguas habladas en Escocia se dividen en dos familias:
- lenguas germánicas: inglés de Escocia y escocés
- lengua celta: gaélico escocés

El inglés de Escocia es un dialecto del idioma inglés que se habla en Escocia. Es uno de los más difíciles de entender del Reino Unido por su rudeza al hablar.
                                           *Vídeo de la BBC donde se parodia el acento escocés

El escocés (Scots, Scotts o Lallans) se habla en las Tierras Bajas de Escocia, además de en partes de Irlanda del Norte y áreas de la frontera norte de la República de Irlanda.
Desciende del dialecto anglosajón de Nortumbria con muchas influencias derivadas de invasiones, comercio, iglesia e inmigración (antiguo nórdico, holandés, romance, latín y francés)

El gaélico escocés (Gàidhling na h-Alba) se habla en algunas zonas de las Highlands y en las Islas Hébridas. Actualmente una minoría de la población escocesa son hablantes de este idioma.
Llegó a Escocia alrededor del siglo V, cuando los escotos etnia celta y provenientes del norte de Irlanda se asentaron en la costa occidental sustituyendo a la antigua lengua de los pictos hablada en la zona hasta entonces.
                                                           *Vídeo de Discovery Channel 

"Is mise Sìne NicLeòid. Tha mi fuireach ann an Nis, ann an Eilean Leòdhais. Fìor na Gaidhealtachd. Bidh mi (a) dèanamh dannsa Gaidhealach. Dhfheumainn a bhith air falbh air Tìr Mòr ach ràinig mise fuireach air an eilean airson cùrsa ceum a dhèanamh ann an cànan agus cùltar na Gàidhlig. Tha clann òga a smaoineachadh gu bheil Gàidhlig seann fhàsanta, agus cha bhi iad ga bhruidhinn, s tha sin uabhasach tamailteach. Tha mise a smaoineachadh gu bheil Gàidhlig a toirt ionnanachd dhuinn mar Ghàidheil. Tha mi fàireachdainn an ceangail leis an àite far an deach mo thògail."

Alba

Escocia, en gaélico escocés: Alba y en inglés y escocés: Scotland.


Se encuentra en la Isla de Gran Bretaña pero a su vez en su territorio hay más de 790 islas.
Limita al norte y oeste con el océano Atlántico, al este con el mar del Norte, al sur con Inglaterra y al suroeste con el mar de Irlanda.

Su capital es Edimburgo y se encuentra dividida en dos regiones claramente diferenciadas:


- Las Lowlands o Tierras Bajas escocesas, no siendo éstas llanas sino montañosas. Edimburgo está considerada la capital administrativa, aunque por su importancia Glasgow también podría serlo.


- Las Highlands o Tierras Altas escocesas es una región montañosa situada al norte de Escocia, con una baja densidad de población y  un relieve muy variado. Inverness es el principal centro administrativo.


Su bandera es conocida como La Cruz de San Andrés (patrono de Escocia)

En el escudo de armas (empleado hasta la unión de Inglaterra y Escocia en 1603) aparece el lema escocés: Nemo me impune lacessit (Nadie me ofende impunemente); toda una declaración de principios.

La flor del cardo es otro símbolo nacional de Escocia. Según la leyenda durante un ataque sorpresa de los daneses, uno de los invasores pisó un cardo y emitió un grito de dolor que alertó a los escoceses que se hallaban defendiendo sus tierras. A la planta que los salvó de una terrible matanza se la conoció como "el cardo guardián".