Como siempre en Escocia, el poder purificador del fuego domina esos días para ahuyentar a los malos espíritu del año y estrenar el nuevo con ilusión renovada.
Se pueden admirar por las calles de Edimburgo las procesiones de antorchas y los despliegues de fuegos artificiales.
En Stonehaven, en cambio, es costumbre el balanceo de bolas de fuego.
Otra costumbre muy popular es la llamada "first-footing".
Comienza después de la medianoche y consiste en ser la primera persona en cruzar el umbral de la casa de un amigo o vecino, entregando regalos simbólicos como sal, carbón, galletas o whisky.